Recupera lo que existe
Ser niñ@ es una etapa maravillosa de la vida en la que se experimentan diversas emociones y se aprenden muchas cosas nuevas. Existen y pueden mencionarse ciertas características sobresalientes de ser niñ@ que deberíamos seguir practicando toda la vida, sin importar nuestra edad. A manera y como propuesta te invito a llevar a cabo un ejercicio de reflexión para identificar si seguimos desarrollando las siguientes características:
- Curiosidad:
Es tener la curiosidad innata por el mundo que nos rodea.
Es el ser capaces de hacer preguntas sin fin y siempre querer aprender algo nuevo.
¿Estamos dispuest@s a mantener esa curiosidad y seguir explorando nuestro entorno y nuestras propias habilidades?.- Creatividad:
Una mente creativa y capaz de imaginar todo tipo de cosas es innato. Sin embargo a medida que crecemos, tendemos a perder esa creatividad y nos volvemos más prácticos y racionales.
Es y se hace necesario el seguir fomentando nuestra creatividad ante la factibilidad de que a través de ella, podemos encontrar soluciones innovadoras a los problemas y mantener una mente abierta y flexible.
¿Estarías dispuest@ a intentarlo?.- Espontaneidad:
Evitar el temor a expresar lo que sienten y hacer cosas impulsivas.
A medida que pasa el tiempo nuestra tendencia es a ser demasiado reservados y preocupados por lo que los demás piensan de nosotros.
¿Podríamos intentar el ser más espontáneos, disfrutando de la vida al máximo y alegrarnos en momentos simples?.- Humor:
Ah! el bello y maravilloso sentido del humor, la importante capacidad de reírnos de nosotr@s mism@s.
¿Qué nos orilló a tomarnos demasiado en serio todas nuestras acciones?.
Si aprendemos o reaprendemos y evitamos tomarnos todo tan en serio, podemos disfrutar de la vida de una manera más relajada y positiva.- Resiliencia:
Es la capacidad de superar obstáculos y recuperarse rápidamente de las adversidades.
El inevitable paso del tiempo nos lleva a perder esa resiliencia y nos volvemos más temerosos y ansiosos. Haz una pequeña pausa y decide el seguir cultivando la resiliencia, te aseguro que podemos enfrentar los desafíos de la vida con más confianza y determinación.
Te invito a que hoy identifiques ¿Cuál es el principal temor, o la mayor angustia por la que estamos pasando? Ese es el principio para avanzar, para sanar integralmente.- Generosidad:
Tod@s en nuestra infancia somos muy generos@s y desinteresad@s. Al pasar el tiempo nuestro entorno nos inculca el ser egoístas al impulsarnos a centrarnos en nosotr@s mism@s.
Debemos darnos cuenta que seguir practicando la generosidad, nos permitirá tener relaciones más significativas y satisfactorias con los demás.
¿Estás dispuest@ a retomar tu máximo nivel de generosidad?- Aventura:
Por naturaleza, tod@s somos aventurer@s y estamos dispuest@s a probar cosas nuevas y emocionantes.
Guardando las debidas precauciones, intentemos sin dejar de ser cautelosos y temerosos de lo desconocido, el que sigamos siendo aventureros y abiertos a nuevas experiencias. Recordemos que el mantenernos jóvenes de espíritu y encontrar la alegría, la felicidad en el cambio y la exploración, es cuestión de actitud.
¿Retomarías el volver a ser aventurer@?
En resumen, las características del ser niñ@ son positivas y deberíamos seguirlas practicando en nuestra vida adulta. Si nos permitimos ser curios@s, creativ@s, espontáne@s, divertid@s, resilientes, generos@s y aventurer@s, podemos vivir una vida más plena y satisfactoria.
Además es importante destacar que l@s niñ@s también son muy honest@s y auténtic@s y que esta forma de ser permite el decir lo que se piensa sin preocuparse tanto por las consecuencias. Ser así, nos puede llevar a momentos de sinceridad y transparencia en las relaciones interpersonales.
Hoy te propongo: Vive en el momento presente. Practiquemos el poner la atención plena a lo que es nuestra temporalidad actual, aprendamos a reducir el estrés y la ansiedad. Intentemos recuperar a la niña o a el niño que aún existe en nuestro interior. Es algo que… nos conviene.